LIBRO DE CUENTOS CORTOS PARA DORMIR FABULAS CON MORALEJA ADIVINANZAS
La diferencia entre un cuento y una fábula radica principalmente en su propósito, los personajes que los protagonizan y la forma en que transmiten sus mensajes. Aunque ambos son formas narrativas breves, tienen características distintivas:
1. Qué es un Cuento
- Definición: Es una narración breve, tanto oral como escrita, que relata una historia ficticia con un principio, desarrollo y final.
- Propósito: Los cuentos buscan principalmente entretener, aunque también pueden transmitir enseñanzas o reflexiones.
- Personajes: Los personajes de los cuentos pueden ser humanos, animales o seres fantásticos, pero no necesariamente tienen un comportamiento simbólico o moral como en las fábulas.
- Temas: Los cuentos pueden abarcar una amplia variedad de temas, desde historias de aventuras, amor, fantasía, hasta realidades cotidianas.
- Ejemplo: «Caperucita Roja», «Blanca Nieves», «El príncipe feliz».
2. Qué es una Fábula
- Definición: Es un relato breve, normalmente protagonizado por animales u objetos inanimados que actúan como seres humanos y tienen un comportamiento simbólico.
- Propósito: Las fábulas siempre tienen una moral o enseñanza al final, cuyo objetivo es instruir o educar en valores éticos o morales.
- Personajes: Los personajes suelen ser animales o seres no humanos que se comportan como personas, y sus acciones simbolizan características humanas (la astucia, la pereza, la valentía, etc.).
- Temas: Las fábulas abordan temas como la justicia, la astucia, la humildad, y siempre buscan resaltar una lección moral.
- Ejemplo: «La liebre y la tortuga», «El zorro y las uvas» (ambas de Esopo).
Diferencias entre cuento y fábula:
- Finalidad: El cuento busca entretener y, a veces, dejar una enseñanza. La fábula tiene como principal objetivo transmitir una moraleja o lección moral.
- Personajes: En las fábulas, los personajes son casi siempre animales con comportamientos humanos, mientras que en los cuentos pueden ser tanto personas como seres fantásticos o animales.
- Moral: Las fábulas terminan explícitamente con una enseñanza (moral), mientras que en los cuentos, esto no siempre sucede.
En resumen, mientras el cuento es más amplio en temas y enfoque, la fábula se centra en enseñar una lección de vida a través de personajes simbólicos.
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Las 5 fábulas con refranes y moralejas para niños cortas más famosas de todos los tiempos
1. El león y el ratón
La fábula del León y el Ratón es una de las más conocidas y antiguas, atribuida al fabulista griego Esopo. A continuación, te cuento la fábula y su moraleja:
Fábula del León y el Ratón
Un día, un ratón corría alegremente por el bosque y sin querer, pasó por encima de un león que dormía plácidamente. Al sentir que algo lo molestaba, el león despertó furioso y atrapó al pequeño ratón con una de sus enormes patas.
—¡Cómo te atreves a molestarme! —rugió el león—. ¡Te voy a devorar por tu atrevimiento!
El ratón, temblando de miedo, le suplicó:
—Por favor, señor león, no me mates. Si me dejas vivir, te lo agradeceré toda mi vida. Quizás algún día pueda ayudarte.
El león soltó una carcajada ante la idea de que un ratón pudiera ayudarlo, pero finalmente, decidió dejarlo en libertad, sintiéndose magnánimo.
Pocos días después, el león cayó en una trampa de cazadores. Lo atraparon con una gruesa red y, por más que se esforzó, no pudo liberarse. Mientras rugía en busca de ayuda, el pequeño ratón escuchó sus gritos y corrió a ver qué sucedía.
Al ver al león atrapado, el ratón no lo dudó y comenzó a roer las cuerdas de la red con sus afilados dientes. Poco a poco, fue cortando la red hasta que el león quedó libre.
—¿Ves? —dijo el ratón—. Te dije que algún día podría ayudarte.
El león, agradecido y asombrado, comprendió que no debía subestimar a los demás por su tamaño.
Moraleja:
Ningún acto de bondad es en vano y, en algún momento, incluso los más pequeños pueden hacer grandes cosas. Hasta el ser más humilde puede ayudar al más poderoso.
Esta fábula enseña el valor de la humildad y la importancia de no subestimar a nadie.
2. La zorra y las uvas
Una zorra hambrienta caminaba por el bosque cuando vio un racimo de uvas maduras colgando de una parra. Las uvas se veían jugosas y deliciosas, justo lo que necesitaba para saciar su hambre.
Decidida a conseguirlas, la zorra saltó varias veces intentando alcanzarlas, pero las uvas estaban demasiado altas. Saltó y saltó una y otra vez, sin éxito. Cansada y frustrada, finalmente se rindió. Mientras se alejaba, se dijo a sí misma:
—Buah, seguro que las uvas no están maduras. Estarán verdes
Moraleja: A veces, cuando no conseguimos lo que deseamos, preferimos convencernos de que no lo queríamos tanto o que no era tan valioso, en lugar de aceptar nuestras limitaciones.
3. La liebre y la tortuga
Un día, la liebre se burlaba de la tortuga por su lentitud.
— ¡No puedo creer lo despacio que caminas! — dijo la liebre riéndose. — Yo podría ganarte en una carrera sin siquiera intentarlo.
La tortuga, tranquila, le respondió:
— A lo mejor eres más rápida que yo, pero si echamos una carrera, creo te que voy a ganar.
La liebre, confiada y divertida por la idea, aceptó el reto. A la mañana siguiente, todos los animales se reunieron para presenciar el reto. El zorro marcó el inicio y la carrera comenzó.
La liebre, rápida como el viento, avanzó rápidamente, dejando a la tortuga muy atrás. Segura de su victoria, decidió detenerse bajo un árbol a descansar. Se tumbó, confiada de que la tortuga tardaría horas en alcanzarla, y se quedó dormida.
Mientras tanto, la tortuga seguía caminando lentamente, pero sin detenerse ni desanimarse. Cuando la liebre despertó, la tortuga ya estaba muy cerca de la meta. Aunque la liebre corrió con todas sus fuerzas, fue demasiado tarde: la tortuga cruzó la meta antes que ella.
Moraleja: La constancia y la perseverancia son más valiosas que la velocidad o la arrogancia.
Esta fábula nos enseña que no siempre gana el más rápido o el más talentoso, sino aquel que sigue adelante con esfuerzo y determinación, sin subestimar a los demás ni confiarse demasiado en sus propias habilidades.
4. La cigarra y la hormiga
Era verano y la cigarra, alegre, pasaba el día cantando y disfrutando del sol. Mientras tanto, las hormigas trabajaban arduamente, recogiendo y almacenando alimentos para el invierno.
La cigarra, al verlas tan ocupadas, les decía burlona:
— ¿Por qué trabajan tanto? ¡Vengan a disfrutar conmigo! El clima es perfecto, no hay por qué preocuparse.
Las hormigas, sin detenerse, respondían:
— Estamos recogiendo provisiones para el invierno. Si no trabajamos ahora, pasaremos hambre cuando llegue el frío.
La cigarra no les hizo caso y siguió cantando y divirtiéndose.
Pero, cuando llegó el invierno, la cigarra ya no encontraba alimentos, mientras las hormigas estaban cómodas en su hormiguero, bien abastecidas. Desesperada y hambrienta, la cigarra fue a pedirles ayuda.
— ¡Por favor, hormigas, denme algo de comida! — suplicó la cigarra.
Las hormigas, recordando su advertencia, le dijeron:
— ¿Qué hiciste durante el verano? ¿Por qué no guardaste nada?
— Estuve cantando y disfrutando del buen tiempo — respondió la cigarra.
— Pues ahora, si cantaste en verano, ¡baila en invierno! — contestaron las hormigas cerrando la puerta.
Moraleja: Quien no trabaja cuando es tiempo, luego sufre las consecuencias.
La fábula nos enseña la importancia de la planificación y el trabajo constante, recordándonos que debemos prepararnos para el futuro en lugar de vivir solo en el presente sin previsión.
5. El cuento de la lechera
Había una vez una joven lechera que llevaba un cántaro lleno de leche sobre su cabeza camino al mercado. Mientras caminaba, comenzó a soñar despierta con todo lo que haría con el dinero que obtendría al vender la leche.
— Con el dinero de la venta de la leche — pensaba —, compraré una cesta de huevos. De esos huevos nacerán pollitos, que luego crecerán y se convertirán en hermosas gallinas. Las gallinas pondrán más huevos, que podré vender, y así ganaré aún más dinero. Con ese dinero compraré un vestido nuevo y muy bonito. ¡Será el mejor vestido del pueblo! Cuando lo tenga, todos me admirarán, y yo caminaré orgullosa…
Tan emocionada estaba pensando en su éxito futuro que, sin darse cuenta, hizo un movimiento brusco con la cabeza. El cántaro se cayó al suelo y se rompió, derramando toda la leche.
De pronto, todos sus sueños y planes desaparecieron, junto con la leche derramada.
Moraleja: Las ilusiones y los sueños no deben distraernos de la realidad ni hacer que nos centremos en el presente.
Este cuento nos enseña que no debemos dejar que nuestras ilusiones y expectativas nos distraigan de la realidad. Es importante actuar con prudencia y no dar por hecho lo que aún no ha sucedido.